Páginas

domingo, 20 de junio de 2010

Sin nombre (Anónimo)

Papá,

Mucho se ha dicho de ti,
que eres malo e inconsciente,
que te olvidas de nosotros
y que eres muy irresponsable.

Pero se olvidan decir,
que eres el arca abierta
donde todos meten mano
y solucionan sus penas.

Si es un traje, hay que comprarlo;
si son libros, hay que darlos;
si es un juguete, buscarlo;
si es dinero hay que entregarlo.

Pero jamás nadie pregunta,
¿cómo te fue en tu trabajo?
si es que hay algo que te duela
o si alguien te hizo daño.

A nadie le importa saber,
que tú también necesitas
afecto, amor y ternura,
recibir, no sólo darlo.

¡Dispénsame, padre mío!
por no saber comprenderte,
por no ver que eres humano,
y que al igual que nosotros,
también cometes errores,

Y que si tú me perdonas
yo también he de aprender
a pagar tu gran amor
con cariño, afecto y perdón.