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miércoles, 18 de abril de 2012

2012, Año de Elecciones, Año de Reflexiones (II)


La segunda sesión del ciclo 2012, Año de Elecciones, Año de Reflexiones, logró nuevamente conjuntar a un panel crítico y plural que desmenuzó a Los Partidos, sus Plataformas Electorales y sus Programas de Gobierno. Si bien, como atinadamente apuntó Carlos Elizondo, leerse los documentos de propuestas es de lo más aburrido y tortuoso, es un mal necesario no sólo para saber qué venden los partidos en estas elecciones, sino para entender el nivel de seriedad con que tratan los asuntos de gobierno.

Quizá lo más interesante, aunque en el fondo siempre intuído, es la confluencia de las propuestas hacia el centro del espectro político (algo sobre la brújula política), es decir, que para muchos de los problemas que nos aquejan, los partidos proponen políticas públicas similares. Salvo algunas posiciones ante temas torales, como reforma energética o aborto y matrimonio gay, en los cuales la derecha e izquierda tienen posturas casi inamovibles, en muchas otras es prácticamente imposible distinguir la ideología del planteamiento. Y como ejemplo, el combate a la pobreza, donde todos los partidos prometen la expansión del programa Oportunidades, con un espíritu claramente populista.

Así que ante la similitud de la oferta, los candidatos buscan diferenciarse en la capacidad de hacerla efectiva. Si el plan es el mismo, entonces elijamos al que sea capaz de lograr más (es precisamente en este marco en el que se empieza a dar la campaña negativa). Y la mejor forma de evaluar las capacidades y compromisos, señala Lorenzo Meyer, es observando su comportamiento previo. Es esperable y lógico que al observar su historia, entendamos mejor al personaje y deduzcamos algo de su comportamiento futuro. Ante esta tesis, es bueno también recordar los enormes cambios de personalidad totalmente inesperados observados en anteriores presidentes al ocupar La Silla. Más aún, como algunos señalaron, una plataforma política no deja de ser un catálogo de buenas de intenciones que se estrella ante los equilibrios de las fuerzas políticas tras las elecciones, por lo que el análisis debería de ser sobre quién puede afrontar de mejor manera sus posibles escenarios.

Pero como todo lo anterior - el conocimiento y síntesis de las propuestas, la investigación del candidato, su proyección a futuro, los respectivos escenarios, etc. - es costoso en términos de tiempo y esfuerzo, que el ciudadano común, no puede o no está dispuesto a pagar, pues se hace necesaria la labor de líderes de opinión que sean reconocidos por su capacidad de análisis, honestidad intelectual e independencia. Y es por ello que este tipo de ejercicios, llevados a cabo por el Colmex siempre serán agradecidos, al brindar un foro de expresión plural que reúne a algunos de esos líderes con otros de esos ciudadanos que buscan entender mejor la actual coyuntura electoral. Enhorabuena.

domingo, 15 de abril de 2012

Brújula Política

Epoder es como el violín, se toma con la izquierda
 y se toca con la derecha.
 Eduardo Galeano.


Es muy común escuchar, sobre todo en estos tiempos electorales, que tal partido, candidato o propuesta, son de izquierda o de derecha. Sin embargo, el sentido original de la geografía política se ha ido modificando y varía con el tiempo y lugar. Pues bien, en un intento por poner las cosas en claro, un periodista y algunos académicos desarrollaron una Brújula Política [1], que busca ubicar nuestras tendencias políticas y sociales en un plano cartesiano después de contestar un sencillo test.

Tras tomar la prueba, me sorprendió saberme en el cuadrante más liberal del espectro y ser más de izquierda que Rodríguez Zapatero, y más cercano a Gandhi que a Bachelet. En general, los líderes políticos se encuentran en el lado autoritario del plano (cosa entendible por la naturaleza de su función), pero incluso los gobernantes que se asumen de izquierda están ubicados en el cuadrante derecho.

Un foro de discusión realizó un recuento entre quienes tomaron el test y la gran mayoría (52%) quedó ubicada en el cuadrante de Izquierda Libertaria, siendo los cuadrantes autoritarios los menos poblados (por debajo del 15%). Algunas preguntas del cuestionario son bastantes provocativas y merecen mayor reflexión, pero no toma demasiado tiempo contestar (en mi caso, 4 minutos). Por lo pronto, ahora puedo presumir ante mis detractores, que soy la extrema izquierda de la extrema derecha.

Referencia

1. www.politicalcompass.org